Cabello dañado

CABELLO DAÑADO

¿QUE ES UN CABELLO DAÑADO? 
En general es bastante fácil reconocer un cabello dañado. Este último, tiene un aspecto agostado, desvitalizado, reseco, y carece totalmente de brillo, como consecuencia de los daños acumulados a lo largo del tiempo y por factores externos.  Además, se vuelve más frágil, se rompe fácilmente y es particularmente difícil de desenredar

También podemos reconocerlo por sus puntas abiertas que hacen que muchas mujeres pongan los ojos en blanco.

¿QUE ES LO QUE MÁS DAÑA EL PELO?

Antes de elegir cualquier tratamiento para reparar nuestro cabello dañado y estropeado, es muy importante determinar la causa de que nuestro pelo haya llegado a un punto sin retorno, y atajar el problema en su origen, en vez de intentar paliar los síntomas cuando el daño ya está hecho. Además, distintos tipos de daño, requieren distintas soluciones para remediarlos.
  Por lo tanto, como bien dice la famosa expresión latina "primum non nocere", una máxima aplicada en el campo de la medicina,  "lo primero es no hacer daño".

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DAÑO POR PRODUCTOS QUÍMICOS


Cualesquiera que sea el tratamiento químico aplicado, como puede ser un tinte, unas mechas, un balayage, reflejos, permanentes o alisados de keratina, entre otros, modifica la estructura natural del cabello (algunos penetran hasta el córtex), y pueden resultar dañinos en mayor o menor medida, especialmente si no se aplican siguiendo las indicaciones del fabricante, y son realizados por personas inexpertas. 
¿Y entonces, por qué sometemos nuestro cabello a dichos procesos? Pues simplemente porque nos permiten cambiar nuestra imagen, estilo de de peinado, y en resumen: sentirnos más guapas y atractivas. Ya conocéis aquella máxima de “antes muerta que sencilla”.

¿COMO PUEDO EVITARLO?
Si lo que verdadaderamente deseas es evitar problemas causados por el uso de productos químicos, debes reducir su uso tanto como sea posible y valorar si realmente merece la pena dañar tu cabello de forma irreversible, por mucho que te guste esa apariencia temporal que vaya a darte. 

Si necesitas teñirte el cabello, elige tonalidades mono-color para el conjunto de la melena, no demasiado alejadas del color natural de tu cabello, y que no requieran el uso de oxigenadas de mayor volumen, como en el caso de los tintes súper aclarantes, la decoloración total, mechas o balayages en colores muy claros, que necesitan incluso varios procesos de decoloración para alcanzar la altura deseada.

Evita los cambios de forma mediante tratamientos químicos como las permanentes o los desrizados. En su lugar opta por otros estilos de peinado más acordes a la estructura natural de tu cabello, y sácale partido a lo que la naturaleza te ha dado de serie.

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DAÑOS POR TRACCIÓN MECÁNICA


Cuando hablamos de daño mecánico, nos referimos a cualquier daño ocasionado al cabello, cuyo origen se haya en la realización de determinados gestos o acciones, repetitivos y continuados en el tiempo, a saber: peinado, cardado, cepillado, desenredado, secado con toalla, uso de gomas elásticas u otros accesorios de peinado. 

El cabello es mucho más frágil y vulnerable cuando está mojado, ya que la cutícula esta expandida, quedando expuesta la corteza interior de la fibra capilar.

Todos esos gestos que llevábamos a cabo de forma rutinaria, incluso sin ser conscientes de ello, producen una fricción sobre las cutículas del cabello, haciendo que se erosionen, se descamen e incluso rompan el pelo. Un cepillado excesivo, con un peine o cepillo inadecuados o de mala calidad, pueden incluso llegar a causar, aunque en casos muy extremos, una alopecia de tracción.
Para evitar daños futuros, te recomendamos seguir los siguientes tips.


#TIPS PARA PREVENIR DAÑOS MECÁNICOS

1.La mejor inversión para conservar tu cabello, es un buen cepillo. No sólo evitarás la rotura del cabello, sino que también contribuirá a mantener el cuero cabelludo sano. Las púas del cepillo estimulan la circulación sanguínea y contribuyen a eliminar las células muertas.

2. Utiliza toallas de microfibra para secar el cabello tras el lavado. Sus tacto es mucho más suave y respetuoso con las cutículas de la fibra capilar. Seca dando presionando el cabello entre las palmas de las manos, con ligeros toques. NO frotes! Además, al ser éstas, mucho más absorbentes que las tradicionales, reducirás el tiempo de secado y de exposición de tu cabello al calor del secador.

3. Desenreda el cabello con cuidado, empezando siempre por las puntas para deshacer los nudos, y después pasa a los medios, hasta conseguir que el cepillo o peine se deslice desde la raíz a las puntas con una sola pasada. En la ducha, aprovecha el tiempo de pose de la mascarilla o el acondicionador para desenredar tu cabello. Si eres de las que amanece con un nido de pájaros en la nuca, te aconsejamos que humedezcas un poco la zona, y apliques algún producto desenredante que se pueda aplicar tanto en seco como en húmedo, para facilitar el desenredado y evitar tirones y roturas.


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DAÑOS TÉRMICOS, POR ACCIÓN DEL CALOR



El uso excesivo o inadecuado de las diferentes herramientas de peinado por acción del calor, constituyen, junto con el daño químico, otro de los principales factores que dañan el cabello. El calor altera los enlaces más débiles, y de este modo podemos variar la forma del cabello, temporalmente. De este modo, se nos permite modificar temporalmente la forma del cabello, para rizar, alisar o simplemente dar volumen, bien sea a través del “brushing” o cepillado, el marcado con rulos, o el alisado con plancha. Por eso, cuando el cabello absorbe humedad, o se moja, vuelve a recuperar su forma original porque sus enlaces empiezan a formarse nuevamente. De ahí que los días húmedos o lluviosos, el peinado dure menos.

A mayor calor y temperatura, mayor modificación de enlaces y duración del peinado, pero en contrapartida, una exposición excesiva del cabello a las altas temperaturas del secador, la plancha o las tenacillas rizadoras, pueden dañar de forma irreparable la estructura capilar.

Si tu cabello tiene un nivel alto de daño, lo más recomendable es que descartes el uso de secador y plancha durante una temporada, pero como no siempre es posible hacerlo, aquí te detallamos algunas pautas que puedes seguir para minimizar el impacto de las altas temperaturas sobre un cabello dañado. 


REGLAS DE SECADO DEL PELO DAÑADO

1. Aplícate siempre un protector térmico antes del uso de cualquier herramienta de peinado por calor. El uso del protector térmico es recomendable en cualquier tipo de cabello, incluso el cabello sano. Tratándose de cabello dañado, esta regla es de obligado cumplimiento.

2. Seca totalmente el cabello antes de pasar la plancha. La alta temperatura de la plancha y la presión ejercida sobre el mechón, sellando las cutículas, impedirán que tu cabello pueda pueda evacuar el vapor producido, con lo cuál estarás "cociendo" el pelo. Algo que desde luego, no es lo más necesita.

3. Utiliza el secador a temperatura media. Seca el cabello como de costumbre  a una cierta distancia, no dirijas la boquilla concentradora directamente al mechón de pelo. Si vas a secarte con cepillo, haciendo brushing, elije un buen cepillo. Los cepillos cerámicos proporcionan una temperatura homogénea, dañan menos el cabello con las altas temperaturas del secador y consiguen un acabado más pulido y brillante, gracias a  un mejor sellado de la cutícula, que asegura la protección del cabello. 

4. Limpia periódicamente el filtro trasero del secador. Si detectas que que las púas de tu cepillo de peinado, están como deshechas o arrugadas, es porque prácticamente se han derretido. Imagina a que temperatura se habrán visto expuestas, y la que habrá tenido que soportar tu cabello.  Con el tiempo, se van acumulando pelusas y partículas sólidas en el filtro trasero del secador, impidiendo que el secador tome aire. Esto hará que se recaliente el aire presente en la cámara, expulsando únicamente calor de elevada temperatura, que hará haciendo que el cepillo se caliente mucho más. Esto no solo puede quemarte el pelo, sino que también acortará considerablemente la vida de uso del aparato y las herramientas de peinado.

5. Desenreda bien el cabello antes de plancharlo.  El planchado será mucho mas eficaz con menos pasadas.

6. Regula bien la temperatura. Por muy tentador que te resulte usar la la plancha a tope para acabar en 1,2,3... ajusta la temperatura de la misma según tu tipo de cabello. Como norma general, 93 755 07 17º, para cabello fino/dañado, 180º para cabello norma/sano o grueso dañado, y 200º-210º para un cabello sano grueso y resistente. No hacerlo puede causar un daño irreparable a tu cabello.

7. A la hora de pasar la plancha NO te detengas en un punto del mechón. Desliza la plancha de forma lenta, pero sostenida sin detenerte. De este modo, evitaras dejar marcas, y optimizaras el resultado con una sola pasada, evitando pasadas innecesarias. Ya sabes, mejor calidad que cantidad. Muchas muchas personas, se pasan la plancha a tal velocidad, que más que plancharse parece que se cepillan el pelo, de modo que se ven obligadas a efectuar repetidas pasadas sobre el mismo mechón de pelo, para conseguir el alisado, sobre-exponiéndolo al cal calor de las placas.

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DAÑOS CAUSADOS POR EL ENTORNO


La luz solar, la sal del mar, el cloro de las piscinas y la polución atmosférica, constituyen aquello que llamamos daños causados por el entorno. Todos estos factores pueden afectar a la estructura de los enlaces químicos del cabello, haciendo que éstos lleguen a quebrarse dentro de la fibra capilar. Los Rayos UV, el calor solar, las calefacciones y los aires acondicionados, también pueden provocar la sequedad del cabello y hacer que se vuelva más vulnerable a los daños. 

Evitar este tipo de daño, es relativamente sencillo siguiendo éstos consejos:

MEJOR PREVENIR QUE CORTAR
1. Lo que no quieras gastarte en prevenir, terminarás gastándolo en tratamientos para reparar.

2. Utiliza un protector solar cuando vayas exponer tu cabello al sol, en la playa o en la piscina, y durante los meses de verano si vas a pasar mucho tiempo al exterior.

3.Protege tu cabello del cloro de las piscinas y la sal del mar. La mayoría de productos de protección solar, también protegen del cloro y la sal, con lo que te ahorraras tener que comprar varios productos.

CÓMO REPARAR
EL CABELLO DAÑADO

Llegados a este punto, y ahora que ya conoces los síntomas de un cabello dañado, y cuáles son las causas que lo han provocado, te damos algunos consejos y trucos para repararlo. Los productos de cuidado para el cabello dañado, serán tus mejores aliados, pero deberás adaptar tu rutina de belleza y ser constante en el seguimiento de la misma. Ten presente, que todo el esfuerzo que hagas quedará en nada, si no subsanas el problema en su origen, y no conseguirás el resultado que esperas. 

 Recuerda la máxima: “lo primero, no hacer daño”.

Finalmente, y aunque pueda parecerte algo drástico, no dudes en cortar: una media melena sana y en forma, siempre será preferible a un cabello más largo,  con medios y puntas resecos y estropeados. Es mejor sacrificar la parte dañada para salvar  el resto de la melena.

PASO 1 - ELEGIR CHAMPÚ ADECUADO

La elección del champú es muy importante. Debes elegir uno que pertenezca a la la familia de los reparadores o reestructurantes y te recomendamos que apuestes por algún champú más natural, que no contenga sulfatos ni siliconas, que lo único que harán será crearte una falsa sensación de pelo sano. Los productos sin silicona, tienen una mayor penetración en el interior del cabello, trabajando desde el interior. Los más recomendables son los champús con keratina, y ricos en ingredientes activos a base de ácidos grasos, aceites vegetales o ceramidas. La manteca de karité, el aceite de argán, de jojoba, de coco o de aguacate, tienen excelentes propiedades nutritivas. 
Si es posible, disminuye la frecuencia de lavado.

PASO 2 - UNA BUENA MASCARILLA
Por muy bueno que sea el champú que hayas elegido, no puede hacerlo todo sólo. No olvides que la función del champú, es la de limpiar el cabello y cuero cabelludo para librarlo de las impurezas que se acumulan en el, y que sólo con lavarte con uno, por bueno que sea no da para hacer milagros. Necesitarás más.

Si tienes un presupuesto limitado, es mejor lo repartas invirtiendo entre varios productos que vas a necesitar. Un tratamiento de 3 pasos, siempre será más completo que uno de 2 o de 1 solo paso.

Bien, partiendo de la base que nuestro cabello esta compuesto en un 90% por una proteína, que es la keratina, la cuál se ha ido perdiendo con los sucesivos tintes y tratamientos químicos aplicados, el uso reiterado de secador y plancha sin protección térmica, y hábitos de peinado inadecuados, la mascarilla de primera elección será alguna mascarilla reparadora, rica en keratina. Lógicamente, cuando aplicamos queratina en el cabello es con la finalidad de introducir y restaurar la presencia de dicha proteína en la fibra capilar para devolver al cabello fortaleza, elasticidad y aspecto saludable, de forma que nuestro cabello pueda reponer parte de la que ha perdido, y rellenar todas esas fisuras que han quedado en nuestra cutícula, y que hacen que nuestro cabello no pueda retener el agua y otras moléculas en su interior.

La keratina repara el cabello dañado y las mascarillas a base de esta proteína combinada con aceites preciosos de origen vegetal, se caracterizan por reparar y devolverle al cabello la suavidad que ha perdido, mientras que los aceites vegetales contenidos en la fórmula, ayudaran a restablecer el manto lipídico que protege el cabello. Además de hidratarlo, la mascarilla es una especie de menú completo, para aportar a tu cabello los nutrientes que éste necesita, devolverle su elasticidad y, en caso de que te hayas realizado algún tratamiento de keratina previo, como por ejemplo un alisado brasileño, puede contribuir a su vez a prolongar la duración del mismo. Estás mascarillas también son aptas para todo tipo de cabello, y no afectan a la textura o la forma del pelo, pero sí lo reparan y fortalecen gracias a la aportación de proteínas. 

Para finalizar en nuestros consejos acerca de la mascarilla, os damos uno muy importante: aplica la mascarilla siguiendo las indicaciones del fabricante. Hablando de mascarillas para el pelo, lo del "cuanto más mejor" no siempre es cierto. Si tu cabello necesita un extra de protección, utiliza algún producto que se haya formulado específicamente para dejárselo aplicado. 

Por alguna razón, que no llego a entender, muchas personas creen sin saber a ciencia cierta por qué, que dejarse puesta la mascarilla mucho más tiempo que el indicado por el fabricante, en algunos caso incluso durante todo el día o la noche, va a multiplicar los resultados. Pues no. Por mucho que insistas en llevar la mascarilla en tu cabeza, como si fuera tu segunda piel, más allá del tiempo de pose recomendado, no vas a conseguir ningún beneficio añadido.

PASO 3 - PRODUCTO SIN ACLARADO


El acondicionador sin aclarado es, según su definición literal y como su propio nombre indica, “un producto que acondiciona tu cabello y no se enjuaga”, a diferencia de un acondicionador convencional o una mascarilla. Por lo tanto, se trata de un tratamiento sin aclarado, que puedes utilizar entre champús cuando no te apliques la mascarilla, o después de cada lavado para darle a tu cabello un extra de humectación y nutrición, sellar la cutícula y crear una barrera protectora. Los puedes encontrar en versión líquida, cremosa o en spray. Aportan hidratación y nutrición, al tiempo que facilitan el desenrededado y peinado del cabello. Algunos de ellos, los llamados “multifunción”, aportan múltiples beneficios en un solo producto, cómo puede ser la protección térmica, contra los rayos UV o potente efecto anti-frizz.

Dicho esto, si hablamos de producto esencial, el acondicionador sin aclarado o también conocido por su denominación en inglés como leave-in, debería ser uno de los productos más utilizados para combatir la sequedad del cabello, seco, dañado y encrespado.

PASO 4 - TRATAMIENTOS DE CHOQUE


En algunas situaciones, en las que nos econtramos ante cabello altamente dañado y sobreprocesado, puede ser necesario recurrir a un tratamiento de choque inicial, de acción instantánea, para revitalizarlo un poco y mejorar su aspecto, antes de pasar a la rutina de mantenimiento y cuidado. Además de su aplicación inicial, pueden aplicarse de tanto en tanto, para tratar el cabello con más profundidad.

Estos tratamientos suelen presentarse en formato mono-dosis, dado su efecto inmediato y acción profunda, en una sola sesión.
Los encontrarás de diferentes tipos, ya sea en viales de cristal o ampollas, o en sachets. Algunos, se presentan en forma de doble sachet, con dos sustancias complementarias, que se mezclan inmediatamente antes de su aplicación.
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